LOS CAMINOS DEL RECUERDO es un libro de ROBERT JAMES WALLER.
Tambien de alguna manera es la continuacion y tal vez la conclucion de los PUENTES DE MADISON COUNTY.
“A lo largo de los años me llegaron cartas de lectores de Los puentes de Madison, cientos de cartas, miles... Un buen porcentaje querían saber más acerca de Robert y Francesca,de sus vidas, de lo que había pasado con ellos después de aquellos cuatro días juntos en Madison County, Iowa”.
En la continuación de la popularísma Los puentes de Madison County volvemos a encontrarnos con los personajes del fotógrafo Robert y la resignada esposa de un granjero, Francesca. Pero no juntos: cada uno ha seguido su propia vida y el reencuentro no llega a producirse, aunque ninguno logró olvidar la fugaz aventura que marcaría el resto de sus vidas.
Después de diez años y doce millones de ejemplares vendidos, el autor de Los puentes de Madison nos ofrece un emocionante episodio oculto del romance entre el fotógrafo errante y la esposa solitaria.
Al comienzo, Robert Kincaid tiene poco más que un puñado de recuerdos, recuerdos de su vida nómade y de Francesca Johnson, la mujer con quien disfrutó una pasión breve e intensa.
Las imágenes del pasado lo impulsan al camino de nuevo, detrás de algo indefinido, algo que vuelva a dar sentido a sus días.
En Los caminos del recuerdo, Kincaid inicia, con su perro y su camión, un largo viaje hacia el escenario de aquel amor.
Han transcurrido dieciséis años. Francesca enviudó y visita asiduamente el puente de Roseman. El fotógrafo ahora tiene sesenta y ocho años. Lleva una vida sedentaria y decide emprender un viaje que le llevará de nuevo al condado de Madison. Nos encontramos también con un tercer personaje, Carlisle McMillan, obsesionado por conocer a quién fue su padre. Apenas si tiene datos para lograr su objetivo; su madre tuvo una aventura con un fotógrafo y nunca más volvió a saber de él. Finalmente Robert llega al viejo puente y está a punto de producirse el encuentro. Carlisle logra conocer a su padre, el propio Robert. Un único encuentro, por desgracia, pues Robert murió al poco tiempo.
Waller es un novelista que conoce bien su oficio y consigue atraparnos en una historia que, si bien no es tan conmovedora como la que sirvió de excusa, nos envuelve con su lirismo y elegancia narrativa.
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